Los vinos blancos, sobre todo en verano, son una apuesta perfecta para comenzar el aperitivo. La mayoría armonizan muy bien con productos marinos, pero también los hay ideales para la carne o la pasta. En nuestro país contamos con una gran tradición no solo de caldos tintos, sino también rosados y blancos, incluso varios de ellos, con Denominación de Origen. Tanto para disfrutarlos en pareja, con amigos o para un brindis especial, estos son los 5 que recomendamos.
Los mejores vinos blancos
Fino de Bodegas
Tradición
Aunque la gran parte de los finos apenas
superan los 6 años de crianza, Bodegas Tradición ha apostado por mantenerlos
entre 12 y 14 años bajo velo de flor y con el sistema tradicional de criaderas
y soleras. Con 92 puntos Parker, este vino elaborado con uva palomino es
untuoso en boca, con repuntes salinos, fresco y con un final
amargo. Se puede tomar con mariscos como las gambas o los percebes.
Manzanilla Sacristía
Antonio Barbadillo
recorrió las bodegas de Sanlúcar de Barramedahasta encontrar la manzanilla
perfecta, la que más adelante denominó Sacristía. Se embotella en rama, es
decir, sin ningún tipo de manipulación química y sin filtrar, razón por la que
mantiene los posos. A la vista, su color se acerca al oro viejo y sus aromas
recuerdan a las almendras o la bollería. El productor recomienda tomarla en una
copa amplia acompañada de un buen jamón ibérico.
Finca Montico Marqués de
Riscal
Marqués de Riscal elabora este vino
prensando la uva entera, 100 % verdejo, y realizando una fermentación con levadura autóctona para que no se pierdan
los aromas de la tierra. Durante cuatro meses, el vino permanece con las lías,
que se mueven semanalmente para aumentar su cuerpo final. En copa es amarillo
verdoso, donde se reconoce la uva, y entre sus aromas despuntan el hinojo, las
finas hierbas, las peras y el melocotón. Es ideal para pescados y
mariscospero también armoniza a la perfección con el jamón y las carnes blancas.
Fillaboa Blanco
En las Rias Baixas se
realiza este vino con uva albariño que se reconoce por su
color amarillo pajizo brillante y por ser transparente y cristalino. Los aromas
a piña, manzana y cítricos se enfrentan al de yogurt, que también está
presente. Como curiosidad, este vino aparece muy concentrado, prueba de que la
vendimia se realiza pronto, en septiembre. A la hora de comer, el fillaboa se
puede combinar con ahumados, sushi y foie.
Txakoli Gorka Izagirre
Eneko Atxa, del restaurante Azurmendi, posee unas hectáreas
donde crecen las uvas Ondarrabi Zuri y Ondarrabi Zerratia, que crean el txakoli
que se sirve en su casa. A la vista sobresale el amarillo pajizo con reflejos
verdes y en nariz aparecen la manzana, los helechos y un leve
toque cítrico. En boca evoluciona del dulzor inicial al ligero amargor que se
asocia con un fruto seco. Al ser muy versátil, es uno de los blancos que pueden
ir más allá y mantenerse en la mesa hasta la hora del postre.
Fuente: Guía Repsol
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