El aceite de oliva es el ingrediente
representativo de la dieta mediterránea, es el ingrediente que le da vida y uno
de los principales responsables de que sea considerada una de las dietas más
sanas y
exquisitas que existen.
¿Y por qué es tan extraordinario este
aceite?
Sus cualidades son muchísimas, las cuales debe en
buena parte al ácido oleico, el ácido graso monoinsaturado más importante de toda la dieta. El
aceite de oliva es el único producto en todo el mundo que más contiene este
elemento (en un 80%).
Este aceite tiene la cantidad necesaria para cubrir
nuestras necesidades de grasas poliinsaturadas (10 g.), es más resistente a la oxidación que otros aceites lo que significa que
podemos freír los alimentos con aceite de oliva sin peligro a que sus ácidos
grasos se saturen.
Se puede consumir de distintas maneras:
·
Crudo. Es la mejor manera de consumirlo
porque conserva todo su aroma y sabor. Échalo en ensaladas, pan tostado,
salsas, aderezos, embutidos, bocadillos, aceitunas, etc.
·
En aliños. El orden es
fundamental. Primero va la sal, luego el vinagre o zumo de limón y al final
recién incorporas el aceite. Para que los demás ingredientes no penetren en la
ensalada.
·
En guisados y rehogados. Ayuda a
mantener los aromas y sabores de las carnes y verduras.
·
En asados al horno. El aceite de oliva
es el más adecuado debido a que las carnes necesitan cocerse a altas
temperaturas.
·
En asados a la plancha o a la brasa. Ayuda a cocer mejor
los alimentos, impidiendo que se peguen y que liberen sus grasas. En la brasa,
échalo al final.
·
En frituras y asados. No produce
reacciones tóxicas, al contrario, mejora las cualidades gastronómicas de los
alimentos.
Por último, aunque no estés preparando un típico plato
mediterráneo, echar aceite de oliva en tus comidas producirá grandes resultados
en tus comidas a gracias a su estupendo sabor y propiedades saludables.
Fuente:nutricion.pro
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